Por Orlando Salerno.
Andrés Calamaro retorna a nuestro país, por lo que repasamos cómo su canción «Mil Horas» reflejó el trauma generacional que provocó La Guerra de Malvinas, en los jóvenes argentinos, cuando se publicó en el año 1983.
La Guerra de las Malvinas fue la contienda armada entre la Argentina e Inglaterra que empezó en abril de 1982, cuando el vecino país se disputó la soberanía de las islas Malvinas, ubicadas en el Atlántico Sur.
En ese mismo año, los ingleses se encontraban en una difícil situación económica, el Partido Conservador que estaba en el poder sufría un notorio desgaste y la popularidad de su primera ministra, Margaret Thatcher, estaba decreciendo.
Por su parte, la Dictadura Cívico-Militar en Argentina, también se encontraba en una crisis política y económica, sumado al descontento social por las violaciones a los Derechos Humanos, desde mediados de la década de 1970.
Entre marzo y abril de 1982 hubo cinco manifestaciones contra el gobierno militar, tres de ellas organizadas por los familiares de los desaparecidos y todas fueron reprimidas duramente.
Al ver que la imagen de las Fuerzas Armadas Argentinas iban en declive, el entonces presidente de facto, el Gral. Leopoldo Fortunato Galtieri, insta a la ciudadanía a «recuperar las Malvinas», declarando la guerra a Inglaterra, el 2 de abril de 1982, ante una multitud encendida en la Plaza de Mayo de Buenos Aires.
Por el lado musical, en la capital argentina se realizó El Festival de la Solidaridad Americana (luego recordado como Festival de la Solidaridad Latinoamericana), que marcó un punto de inflexión en el rock de ese país, en momentos donde las radios tenían prohibido pasar música cantada en inglés.
Cerca de 60 mil jóvenes acudieron a la cancha de rugby del estadio Obras Sanitarias, pagand0 su entrada con abrigos, paquetes de cigarrillos, frazadas u otros elementos para enviar a los combatientes en las Malvinas.
El evento se transmitió por radio y por la televisión estatal, el 16 de mayo de 1982, donde millones de personas vieron a León Gieco cantar: «Sólo Le Pido a Dios».
Finalmente, la Guerra terminó con el triunfo de las tropas inglesas, el 14 de junio, cuando el comandante de las fuerzas británicas, Jeremy Moore, aceptó la rendición del general argentino, Mario Benjamín Menéndez, quien en 2012 fue juzgado por delitos de lesa humanidad y falleció en 2015.
En 1983, llegó la democracia a la Argentina y con ello el destape creativo de sus artistas, desde diferentes disciplinas, quienes podían expresarse sin temor a las represalias.
Fue entonces que comenzó «la dicha en movimiento», con agrupaciones como Soda Stereo, Virus, Sumo, Fabulosos Cadillacs, Los Twist y Los Abuelos de la Nada, quienes contaban un jovencito de 22 años llamado Andrés Calamaro, quien se unió a la banda, que ya se había formado en los sesentas, pero que sufrió el autoexilio de su fundador, Miguel Abuelo.
Calamaro, junto con su amigo de la adolescencia, el compositor Marcelo “Cuino” Scornik, iniciaron la composición de una de las canciones más coreadas en la historia del rock en habla hispana.
Hablamos del mega clásico «Mil Horas», en cuyas pegajosas melodías, se escucha frases como: «hace frío y estoy lejos de casa», “una estrella roja sobre Argentina” y “tengo un cohete en el pantalón”, que ilustran la realidad del joven argentino que fue a Malvinas y se pregunta: «¿Para qué sirven las guerras?».
De esa manera, la canción se convirtió en una oda popular a los excesos juveniles, la guerra en Malvinas y la sangre derramada.
Finalmente, en 2001, Andrés Calamaro y Cuino Scornik confesaron a Página 12, lo siguiente: «Mil horas habla de una estrella roja que era un ácido. ¿O ‘Una estrella roja sobre Argentina’ era una imagen sobre la sangre? No lo sé. Pero sí sé que nací un 22 de agosto, el mismo día de la Masacre de Trelew. ‘Tengo un cohete en el pantalón’ es el porro. Hablé de todo eso cuando nadie hablaba de eso».
«Es raro lo del significado de las canciones. Yo mismo me doy cuenta tiempo después del significado de lo que escribís. La canción está para que la gente la sienta, la entienda y le dé el significado que quiera», completó Scornik.
Pero la respuesta definitiva recién llegó casi unas tres décadas después de su salida, a través de un video publicado en 2018, donde El Salmón aclara:
«Cuando escribí ‘Mil horas’ yo estaba enamorado de Cecilia Szperling que iba al colegio conmigo. Ella era dos años más joven y yo estaba perdidamente enamorado».
«Era yo esperando en la calle Crámer donde vivía Cecilia con sus padres. Ese es el entretelón», recordó el artista que en los noventas también lideró la banda española, Los Rodríguez.
Esa historia luego fue confirmada por la actual periodista y escritora, Cecilia Szperling, quien dijo a Clarín que conoció a Calamaro en el segundo año de secundaria en la bonaerense Escuela del Sol.
Según reveló, el cantante «se acercó con rulos, camisa cuadrillé y me dijo: ‘Soy el chico Punk’, una atípica presentación que dejó encantada a la joven estudiante.