Por Orlando Salerno.
Hablamos con Alex MacKay, bajista de Nation of Language, la banda synth pop neoyorquina que lanzó su tercer álbum de estudio, llamado ‘Strange Disciple’.
El grupo formado en 2016, por la pareja de casados: Ian Devaney (guitarra, voz y sintetizadores) y Aidan Noell (voces y sintetizador), inició su proceso fonográfico en pleno inicio de la pandemia, lanzando su álbum debut en mayo de 2020, bajo el título ‘Introduction, Presence’.
El mismo recibió elogios de la crítica, contó con la producción de Abe Seiferth, y Fabrizio Moretti, baterista de The Strokes, grabó tres canciones del disco.
La música realizada por la agrupación de New York fue descrita por Aidan Noell como: «Synth Pop para la clase trabajadora» (vía Document Journal), al más estilo de Devo en la década de los ochenta.
El segundo material del grupo se llamó ‘A Way Forward’ y salió en 2021, cuando la pandemia ya se estaba acabando, razón por la que tuvieron la oportunidad de presentarse en vivo, por primera vez, ante el público global que los conoció tras la publicación de sus materiales.
Es en ese entonces que Alex comienza a formar parte de Nation of Language y él mismo charló con nosotros desde su hotel en Austin, Texas.
El bajista nos atendió unos minutos después de haberse hospedado, y en medio de un tour de cincuenta fechas por los EE.UU, siendo esta la gira más extensa del trío, hasta el momento, luego de haber pasado por Europa.
- Tengo entendido que las giras europeas son muy costosas y estos shows en EE.UU sirven para solventar gastos. ¿Es así?
Sí (risas), no estoy muy seguro de eso, pero siempre suele ser así. Ahora nos encontramos en un punto en el que ya no estamos perdiendo dinero, en Europa, pero cuesta mucho llenar lugares.
- Ahora tienen 50 fechas en EE.UU, es su gira más grande, teniendo en cuenta que es su tercer disco y el primero que promocionan sin pandemia.
Desde abril que no paramos, hemos estado tocando en EE.UU, en Europa un par de veces, y el disco salió el 15 de septiembre. Ahora lo estamos promocionando debidamente.
Igual, estoy en la banda desde hace dos años, estoy recorriendo lugares que nunca antes había visitado. El primer disco se lanzó en pleno encierro y para los primeros shows del segundo ya tuve participación activa.
Se siente bien poder salir a tocar las canciones para aquellos que estuvieron esperando mucho o para los que nos escuchan por primera vez, es lindo ver las reacciones y que se conecten con nuestra música, especialmente desde el último mes y medio.
- También eres de New York, ¿cómo se encontraba la escena musical en esa ciudad, tras la pandemia?
Es asombroso, no se parece a ningún otro lugar. Hay muchas bandas, muchos recintos, suceden cosas todas las noches de la semana y hay muchas oportunidades. Creo que se hace muy fácil hacerse notar y encontrarse dentro de una comunidad musical.
Quizás los días no son iguales a los de LCD Soundsystem y The Strokes, estamos en una era diferente de alguna manera, pero siempre habrá una vibrante escena en NY, con diferentes artistas, diferentes estilos, y en vecindarios. Siempre se está moviendo y eso es lo bueno que se pudo recuperar después del Covid, muchos pensamos que ya no iban a existir lugares y si bien perdimos muchos venues, es bueno ver la recuperación.
- Sam Fogarino de Interpol me llegó a decir que la escena neoyorquina florece cada 20 años. Si partimos desde el CBGB de los setentas hasta los 2000, ahora les toca a ustedes. ¿Podría ser?
Es muy gracioso, porque nos consideran como una banda de la «escena de New York», pero no estamos por ahí desde abril (risas). Por lo que me encuentro menos conectado de casa por ahora, pero ya volveremos para ver cómo se encuentra esa extraña bestia llamada New York City.
- Desde tu ingreso a la banda, ¿cómo es trabajar junto a un matrimonio de compositores?, cuyas canciones muchas hablan sobre su relación y vos estás ahí como la «tercera rueda».
Es genial, los dos (Ian y Aidan) son muy amigos míos y me siento muy afortunado. Claro, muchos me preguntas, «cómo es trabajar con una pareja de casados», pero es muy fácil y espectacular.
Haber trabajado en este disco, todo empieza con Ian, él escribe los temas y luego vamos al estudio. Yo tengo mucha experiencia en producción y aporto cosas como en la ingeniería, la mezcla y grabación, pero Ian ya tiene una idea clara de lo que quiere y nos entendemos bien.
Siempre trato de encontrar las cosas que tiene en mente y lo ayudo de muchas maneras. La experiencia de este último álbum fue increíble y lo hicimos casi todo nosotros solos.
Escuchá el álbum ‘Strange Disciple’ de Nation of Language, a continuación:
