Anthony Hopkins interpretó el médico paraguayo opositor al stronismo, Joel Filártiga, en la película ‘One Man’s War’ de 1991. Una historia basada en hechos reales, acerca del cruento asesinato de su hijo Joelito, en 1976.
En este 3 de noviembre, algunos trasnochados nostálgicos del terror de la tiranía stronista, celebran el cumpleaños del dictador más longevo de Sudamérica, el General Alfredo Stroessner. Por esa razón, nostros recordaremos una película que narra la dolorosa historia de una familia paraguaya, que sufrió la persecución y muerte, de parte del estado paraguayo, mediante la policía política del régimen stronista.
‘One Man’s War (la guerra de un hombre)’, es el título de la cinta protagonizada por el actor inglés Anthony Hopkins, que fue producida por la cadena HBO, en alianza con Amnistía Internacional.
Esta fue la primera película de Hopkins, luego del mega éxito que representó la película ‘Silent of the Lambs’, que le valió el premio Oscar a Mejor Actor, en 1992.
El actor se puso en la piel del doctor y artista Joel Filártiga, un abierto opositor a la dictadura, que brindaba servicios médicos a los más carenciados de forma gratuita, en su clínica ubicada en la ciudad de Ybycuí.
Dicha actividad era mal vista por los ojos del régimen y no tardaron en hacer los trabajos de inteligencia, buscando alguna conexión entre éste y la supuesta guerrilla que se estaba formando en el interior del país, donde quedaba su clínica.
Sin pruebas que apoyen esa hipótesis, no tuvieron otra que secuestrar a su hijo de 17 años y torturarlo a cambio de información. Fueron muy lejos y su corazón no aguantó más, dejando de latir luego de 4 horas de tormentos, en una comisaría del barrio de Sajonia de Asunción, el 30 de marzo de 1976.
De ahí parte el histórico juicio a Américo Peña, policía y vecino del doctor en el mencionado barrio, quien ideó el secuestro y dirigió la tortura contra el adolescente.
Además de Hopkins, la cinta contaba con un elenco estelar, como la actriz argentina nominada al Oscar, Norma Aleandro como la mamá de Joelito y el músico panameño Rubén Blades, que interpretó al abogado de la familia. Horacio Galeano Perrone.
Filmado en México, dirigida por el brasileño Sergio Toledo, un bisoño director cuya carrera detrás de los lentes terminó después de filmar One Man’s War. Las fuertes discusiones y diferencias artísticas con Hopkins respecto al rumbo que tomaría su personaje y la forma de encararlo, hizo del rodaje un infierno.
De todas maneras, vale resaltar la buena predisposición del veterano actor, para realizar esta película para la TV, de poco presupuesto, siendo toda una estrella d Hollywood. Es notable que se vio conmovido por el caso y no quiso dejar pasar la oportunidad de interpretar a un justiciero, después de participar de una superproducción donde interpretó a un caníbal junto a Jodie Foster y el director Jonathan Demme.
Queda al descubierto también su sentido de solidaridad con las causas humanitarias, ya que su actuación es sobria y contundente a lo largo de la trama.
One Man’s War cuenta con varias recreaciones de lugares de Asunción, como la Vieja Recova de Colón o el barrio de la Chacarita, donde el personaje de Hopkins es llevado por un joven que conoce a alguien que vio a Joelito en la Comandancia de la Policía, minutos antes de ser llevado al «interrogatorio» final.
También se recrea el campo del interior del país, sitiado por militares, y la pobreza del campesino que es reprimido y atropellado por las fuerzas de la dictadura.
Tampoco faltaron las tristemente célebres “Caperucitas Rojas” y refleja el rostro de la idiosincrasia de un pueblo que en pocas palabras justifica todas injusticias “porque estamos en Paraguay”, como en la escena donde los médicos se negaban a realizar la autopsia a Joelito, a pedido de su padre, para «no meterse en problemas».
En fin, One Man’s War es una palingenesia de una época oscura, plasmado en pantalla, con los detalles del terror , el miedo, “la policía del pensamiento” que sabía todo lo que uno hacía y ponía trabas para evitar que el caso se esclarezca y se castigue a los asesinos de Joelito, a través de un juicio justo.
Ver a Norma Aleandro sufriendo como madre al ver a su hijo fallecido con el cuerpo muy maltratado en la mesa luego de ser entregado por sus verdugos, deja los ánimos horadados a cualquiera.
También se muestra cómo corría una «versión oficial», a través de la prensa cómplice, que catalogaba el hecho en sus titulares como “Crimen pasional en Sajonia” o “Chico de sociedad asesinado por marido celoso”, porque la policía colocó su cuerpo en la cama de una vecina (Charo) cuyo marido (Hugo Duarte Arredondo) tuvo que admitir, por presión, que él lo mató «por celos», siendo que éste medía 1.50 de estatura y Joelito era un atleta de 1.80 mts.
“El caso Filártiga contra Peña” llegó a cortes norteamericanas y fue uno de los primeros juicios por crímenes de lesa humanidad en épocas de dictaduras y sirvió de inspiración para otros juicios alrededor del mundo.
Este caso pasó por muchas fases, del sensacionalismo, a la investigación seria, de un arbitrario veredicto como “crimen pasional” a una Corte Internacional por violación a los Derechos Humanos.
Recomendado film para la memoria, la reflexión y para saber más de nosotros a través de otros, por medio del arte, en este caso el audiovisual, siendo la única película anglosajona que narra una historia paraguaya con actores muy conocidos y de primer nivel, que se prestaron a realizar la película con buena fe y con la intención de dar un mensaje para no olvidar.
Podés ver la película completa, a continuación: