El hermano menor de Madonna, el artista y diseñador Christopher Ciccone, murió a los 63 años.
Representantes de la familia confirmaron a TMZ que su deceso se produjo en Michigan, el pasado viernes 4 de octubre a causa de un cáncer.
El mismo había trabajado estrechamente con su hermana al principio de su carrera, desempeñándose como director de arte en su gira mundial Blond Ambition en 1990 y como director de gira en la gira The Girlie Show de 1993.
Además, Ciccone fue artista, decorador de interiores y diseñador, y también dirigió vídeos musicales para artistas como Dolly Parton (para ‘Peace Train’ de 1997) y Tony Bennett (‘God Bless The Child’ de 1997).
Su fallecimiento se produce menos de dos semanas después de la muerte de Joan Clare Ciccone, madrastra de Christopher y Madonna, también por cáncer. El hermano mayor de los hermanos, Anthony, también falleció en febrero de 2023.
Por su parte, la Reina del Pop lanzó un comunicado en su cuenta de Instagram que expresa lo siguiente:
“Mi hermano Christopher se ha ido. Fue el ser humano más cercano a mí durante mucho tiempo. Es difícil explicar nuestro vínculo, pero surgió de la comprensión de que éramos diferentes y que la sociedad nos iba a dar problemas por no seguir el status quo”.
“Nos tomamos de la mano y bailamos durante la locura de nuestra infancia. De hecho, la danza era una especie de pegamento que nos mantenía unidos. Descubrir la danza en nuestro pequeño pueblo del Medio Oeste me salvó, y luego llegó mi hermano, y eso también lo salvó a él. Mi profesor de ballet, que también se llamaba Christopher, creó un espacio seguro para que mi hermano fuera gay, una palabra que no se decía ni se susurraba en el lugar donde vivíamos”.
“Cuando finalmente tuve el coraje de ir a Nueva York para convertirme en bailarina, mi hermano me siguió. ¡Y otra vez nos tomamos de la mano y bailamos a través de la locura de la ciudad de Nueva York! Devoramos arte, música y cine como animales hambrientos, estábamos en el epicentro de todas esas cosas que estallaban”.
“Bailamos durante la locura de la epidemia del sida”, continuó. “Fuimos a funerales, lloramos y bailamos».
