Orlando Salerno
El 20 de septiembre de 1997, se realizó «El Último Concierto» de Soda Stereo en el Estadio de River Plate, que cerró las cortinas de una descomunal carrera, con un «Gracias Totales».
Era la antesala a la primavera del 97, cuando el Monumental de Núñez recibió a más de 60 mil fanáticos que fueron testigos de «El Último Concierto» de Gustavo Cerati, Zeta Bosio y Charly Alberti, juntos como banda en carrera.
De esta manera, el grupo argentino concluía su aventura que comenzó en 1982, a cercanías de ese mismo escenario deportivo.
Desde ese entonces, los Soda grabaron siete discos y vendieron 7 millones de copias, para consagrarse en la historia grande del rock en español.
Estos empezaron siendo muy jóvenes, cuando Cerati conoció a Bosio en la Universidad del Salvador, mientras que la hermana de Gustavo conoció a Alberti, en la pileta del Club River Plate.
Cuatro meses antes del comienzo de la gira “El Último Concierto”, el 1 de mayo de 1997, Soda Stereo anunció oficialmente su separación mediante un comunicado de prensa.
Al día siguiente, todos los periódicos de Latinoamérica se hicieron eco de la noticia, y el diario argentino Clarín dedicó un gran espacio en su portada para ello, y Gustavo Cerati publicó en ese medio «la carta del adiós» que concluía así:
“Esta decisión ha nacido del interior del grupo y desde ahí también se genera una «nueva» excusa para volver a encontrarnos por última vez: la música, que es la que mejor habla y hablará por nosotros. Un fuerte abrazo & hasta pronto».
La gira de despedida de Soda Stereo, bautizada como «El Último Concierto», fue realizada durante los meses de Agosto y Setiembre de 1997, en las capitales de México, Venezuela y Chile, antes de culminar en el Estadio de River en Buenos Aires, el 20 de Setiembre de 1997.
Tras el concierto en Venezuela, realizado en el Estacionamiento del Poliedro de Caracas, con el grupo colombiano Aterciopelados como soporte, los Soda Stereo se tomaron un paseo caribeño por las playas venezolanas antes de retomar el tour.
Cuando llegaron a Buenos Aires, iniciaron su noche larga con una exquisita versión en vivo de ‘Ciudad de la Furia’, el himno porteño que hizo latir el estadio.
En esa noche participaron todos los que alguna vez fueron músicos sesionistas, a lo largo de la historia de la banda, desde Fabián ‘el Zorrito’ Von Quintiero en los teclados de ‘Persiana Americana’, Andrea Álvarez en la percusión de ‘(Cúpula) Lo que Sangra’ y Richard Coleman (el cuarto Soda que no fue), en la segunda guitarra para darle un tono bien rockero al tema ‘Sobredosis de TV’.
Por su parte, los actos soportes esa noche fueron los Santos Inocentes, banda que producía Alberti, y los Avant Press, el grupo liderado por un joven Leo García, quien fue apadrinado por Gustavo.
Luego de todo lo vivido, llegaría el momento que nadie quería. Entonces, la penúltima canción ‘Cae el Sol’, se muestra tímidamente con los arranques de los teclados del Tweety González, y a su final, Gustavo Cerati mira por última vez a la multitud, con una sonrisa que evitaba el llanto, mientras finalizaba el tema, añadiéndole un pequeño fragmento de ‘Here comes the Sun’ de The Beatles.
Las 60 mil almas fueron testigos de la transición de una banda que pasaba a ser leyenda y el último baile debía hacer temblar los cimientos de la ciudad más furiosa del mundo».
Entonces, ‘De Música Ligera’ fue la canción elegida para cerrar una carrera de 15 años, repletos de logros, hazañas impensadas antes que ellos demuestren lo contrario. Fue así que ese mar de gente acompañó las primeras estrofas de la canción, previo a la gran explosión de la guitarra, que hicieron chocar las miles de cabezas en el césped y en las graderías de River.
Los tímpanos quedaban horadados y un muy emocionado Cerati tomó el micrófono para soltar unas frases memorables que ni las tenía planeada:
‘No solo no hubiéramos sido nada sin ustedes, sino por toda la gente que estuvo a nuestro alrededor desde un principio, y algunos, siguen hasta hoy, Gracias…Totales’.