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Federico Moura: «Los ídolos nunca mueren»


Por Orlando Salerno.

Hoy Federico Moura cumplirìa 73 años, el icónico vocalista de Virus que cambió el sonido y la estética del rock argentino.

Él mismo fue una de las primeras víctimas célebres del VIH al momento de su fallecimiento en diciembre de 1988, en tiempos de mucha confusión, desinformación y prejuicios acerca de esa enfermedad que arrasó en los años ochenta.

Federico Moura fue una de las tantas estrellas que se apagaron tras brillar junto con sus pares del nuevo rock argentino post Guerra de Malvinas, como Luca Prodan (Sumo) y Miguel Abuelo (Abuelos de la Nada), fallecidos también a finales de los ochenta.

Virus fue una banda conformada en su mayoría por los hermanos Marcelo y Julio Moura, siendo Federico el cantante e ícono pop latinoamericano.

Responsables de mega hits como «Luna de Miel en la Mano», «Amor Descartable», «Imágenes Paganas», «Agujero Interior» y muchos más, ellos fueron los que guiaron el destino sonoro y estético que provenía del new wave británico, pero hablado en castellano.

Si bien la banda oriunda de La Plata consiguió el estrellato al término de la última dictadura militar argentina, su inicio data de tiempos en los que los sanguinarios generales aún gobernaban con represión al país vecino, como sucedía en varios países del continente sudamericano, incluyendo Paraguay.

Los Moura había perdido a su hermano mayor, Jorge, quien fue secuestrado por un grupo de tareas de la dictadura en 1977. Tres años después, sus hermanos menores crearon Virus e hicieron historia.

El primer sencillo que llamó la atención del público fue el divertido e inocente «Wadu-Wadu» nombre de su primer álbum lanzado en 1981.

Se trata de un twist bailable que incomodó a más de un rockero rudo y con masculinidad frágil de la época, siendo Federico el hombre más moderno que marcaría una nueva tendencia, caminando 10 pasos más adelante que el resto.

Hay una anécdota de ese año, cuando se presentaron en el festival Prima Rock, el público les lanzó naranjazos al escenario, pero Federico supo sacarle «el jugo» a la situación y le dijo a sus compañeros: «¿Vieron que mientras nos tiraban naranjas también bailaban?».

Pero al año siguiente, en 1982, el grupo «del Wadu-Wadu», «los superficiales», «los trolos», se plantaron ante la dictadura militar de la única forma que podían.

Los mismos fueron invitados a participar del Festival de la Solidaridad Latinoamericana, que buscaba recaudar para los soldados en la Guerra de Malvinas.

El acontecimiento provocó un fuerte debate sobre la significación de la participación de los músicos y el público en un evento promovido por la propia dictadura.

Los Moura, quienes perdieron a un hermano que fue secuestrado de su propia casa y frente a los ojos de toda su familia, rechazó la invitación junto con sus amigos, el también fallecido Pil Trafa y Stuka, de la banda punk Los Violadores.

En el mismo, se presentaron artistas como:  León Gieco, Charly García, Luis Alberto Spinetta, Raúl Porchetto, Juan Carlos Baglietto, entre otros.

Julio Moura llegó a decir: «Creo que fue una propuesta a todos los grupos en general, que nosotros sentimos como muy desagradable. No tenía nada que ver con nada, de repente éramos enemigos de los Beatles. Se trató de hacernos creer que era para ayudar a la recuperación de las Malvinas, pero terminó siendo un fraude».

En 1984, Federico Moura se convierte en el productor del álbum debut de la banda argentina que se convertiría en la más famosa de todas: Soda Stereo.

En 1986 llegaría a Paraguay donde se presentaron en septiembre de ese año, en dos fechas, una en el Club Caracol y otra en el Rowing Club. En un emprendimiento del periodista Mario Ferreiro y el arquitecto Blackie Delgado.

Ese show fue el primero de las bandas argentinas de la nueva ola y de la democracia Alfonsinista, en tiempos donde todavía estábamos sumergidos en la dictadura de Alfredo Stroessner.

Después de Virus en Paraguay, llegó Soda Stereo y después se realizó el Festival Rock Sanber, que marcó a la generación de los años ochentas.

Federico falleció un 21 de diciembre de 1988, dejando un legado que hoy es reconocido por bandas como Miranda!, Babasónicos, Los Látigos y muchos más.

Semanas después de su deceso, los miembros restantes de Virus se unieron a los Soda Stereo en La Casona de Lanús, para hacer una versión homenaje a Federico del tema «Wadu-Wadu», cuyo cierre de despedida estuvo a cargo del locutor Lalo Mir, quien muy emocionado gritaba: «Los ídolos nunca mueren. ¡Viva Federico Moura!».

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