Grandes marcas como Adidas, Ford y HP dejarán de anunciarse en Facebook e Instagram, en rechazo a la cultura «del odio» en dichas redes sociales.
Estas compañías se suman a firmas como Starbucks, Coca-Cola, Honda, Verizon y Unilever, en contra de las plataformas de Mark Zuckerberg.
Otros que dejarán de pagar por publicidad en Facebook son la franquicia de restaurantes Denny’s, el fabricante de productos de limpieza Clorox, la firma de alimentación Conagra y el conglomerado Edgewell Personal Care, según CNBC.
Ford indicó en un comunicado que suspende toda su inversión publicitaria en redes sociales durante los próximos 30 días mientras lleva a cabo un proceso de evaluación.
Por su parte, el fabricante de hardware HP, abandonó Facebook hasta que observe «un entorno más seguro», mientras que Adidas paró todos los gastos publicitarios en Facebook e Instagram, hasta que termine julio, un tiempo durante el cual desarrollará los criterios que deberán permitirle «crear y mantener entornos seguros» en las redes sociales.
Todas estas corporaciones se sumaron así a la campaña #StopHateForProfit (Paremos los beneficios por odio), que promueve el boicot de las empresas a Facebook, hasta que haya más moderación en sus contenidos y elimine los mensajes que incitan al odio o difunden fake news, en sus plataformas.
El comunicado del sitio web de la campaña Stop Hate for Profit, expresa:
«Las redes sociales han permitido que el odio y el extremismo se propaguen más rápido y más que nunca, lo que causa un daño real a personas reales. Todos los días, nuestras organizaciones reciben alertas de numerosos ejemplos de odio y desinformación en los productos de Facebook, que están respaldados por anuncios pagados.
Para dejar de apoyar el odio online, una amplia coalición que incluye ADL, Color of Change, Common Sense, Free Press, NAACP y Sleeping Giants se unieron en solidaridad contra el racismo, antisemitismo y el odio».
El boicot cuenta con el apoyo de varias organizaciones de defensa de los derechos civiles en Estados Unidos y se produce cuando ese país vive un intenso debate racial, tras la muerte del afroamericano George Floyd, en manos de un Policía blanco en Mineápolis, a finales de mayo.