Por Orlando Salerno.
Joan Wasser nos habló sobre su nuevo álbum editado en cuarentena, su pasado punk y también recordó a Jeff Buckley, de quien fue su última novia.
Joan As Police Woman es el proyecto solista de Wasser, quien fue la violinista del grupo alternativo The Dambuilders, en los noventa.
En esa década también conoció al cantautor de culto, Jeff Buckley, con quien estuvo de novia por tres años, hasta su confusa muerte en mayo de 1997, a la edad de 30 años.
Desde 2004, Joan viene lanzando material propio como «Mujer Policía» y este mes publicó ‘Solution is Restless’, un disco de jazz psicodélico, que fue elaborado durante el confinamiento de 2020, con ayuda del fallecido baterista de afrobeat, Tony Allen, siendo este uno de sus últimos registros de estudio.
En dicho álbum también colaboraron Dave Okumu de The Invisible en la guitarra, Meshell Ndegeocello (propulsora del neo soul) en el bajo y Damon Albarn, que hace un cameo en el tema «Get My Bearings».
Albarn fue el nexo entre Joan y Tony Allen, cuando los tres tocaron juntos el tema «I Wish I Knew How It Would Feel To Be Free» de Nina Simone, en el festival Africa Express, organizado por el cantante de Blur en 2019.
A lo largo de su carrera, la compositora y multi instrumentista norteamericana ha cantado en vivo con nombres como: Lou Reed, Rufus Wainwright, Elton John, John Cale, Sheryl Crow, Scissor Sisters y Dave Gahan, entre otros.
En su nuevo material, Joan As Police Woman propone múltiples soluciones a los problemas, ya que se inspiró en las ciencias exactas para formular estas canciones, que nacieron como sesiones improvisadas, que luego fueron montadas y editadas matemáticamente por la artista, durante la etapa más dura de la pandemia en New York.
- Joan, contame sobre esta colaboración con Tony Allen, que se dio pocos meses antes de su fallecimiento. ¿Fue su último trabajo?
Lo dudo, no estoy segura. Grabamos juntos a mediados de noviembre de 2019, luego él vivió unos cinco meses y medio más. Así que no sé si llegó a grabar más material después. No sabría decirte.
- En tiempos donde muchos productores crean ritmos y beats digitalmente, vos editaste las percusiones de Tony Allen, para darle forma a estas canciones.
Así mismo, es mucho más divertido con seres humanos (risas), pero a la vez, Tony es una especie de «Dios», su estilo era tan único para mí, era diferente a otros bateristas. Me hacía sentir que levitaba, como que flotaba.
- Todo esto fue producto de una sesión de improvisaciones, sin intenciones de hacer un disco, no?
Lo grabamos libremente una noche y luego tomé los archivos, sin saber qué iba a sacar de ello; quizás nada, quizás una canción o tres. Al poco tiempo lancé mi anterior disco y cuando me preparaba para salir de gira, la pandemia estalló.
Entonces, tuve mucho tiempo en la cuarentena y empecé a escuchar lo que grabamos, lo escuché por mucho tiempo, y luego lo edité por varios meses. Creé formas de canciones, hice cosas que nunca antes había hecho.
En «The Barbarian» usé dos drum-bars de Tony y lo loopeé. La mayoría de las canciones partían de lo que él había hecho.
Una concluída sus partes, envié los materiales a Meshell para que grabe su bajo y a Dave para la guitarra. Quizás la canción «Geometry of You» es la que más cosas mantuvo de esa sesión improvisada.
- Entre tus cortes, montaje y tristemente ya sin Tony, ¿Cómo está pensado presentar en vivo estas canciones?
Ya comencé a ensayar con mi banda, salimos de gira recién en febrero, pero ya nos juntamos porque hay muchas cosas que descubrir. Mi baterista, que es buenísimo, no planea tocar de la misma manera que Tony o cómo suena en el disco.
Él está viendo la forma de darle su propia dirección a las canciones y así traemos juntos una experiencia diferente a la audiencia en vivo.
- Debo decirte que ‘Solution is Restless’ es uno de los títulos más optimistas que he conocido de un álbum. Encima en días como los que estamos viviendo.
Muchas gracias, eso es muy dulce. El nombre viene de una línea de «Geometry of You», esa canción trata sobre la intersección entre las matemáticas, la ciencia y la sensualidad.
Desde pequeña, siempre consideré que las matemáticas y las ciencias eran inflexibles. A la par que iba creciendo aprendí aún más sobre la Teoría Cuántica, y que hay muchas soluciones, no solamente una.
Mucho se debe a que soy una persona muy curiosa, siempre quiero saber qué más hay por ahí, qué más puedo encontrar y cuales son las múltiples soluciones.
En mi país, y sé que en otros países también, las opciones son «o estás conmigo o están en mi contra», y eso es como una muralla. No hay comunicación y no va a ninguna parte, es el pensamiento «blanco o negro», no hace nada hermoso.
El saber que existen muchas soluciones posibilita la colaboración, la comunicación, innovación y también trae esperanzas.
- Al igual que Damon Albarn, tu primer instrumento fue el violín. ¿Cómo fue pasar de la música clásica de tu infancia a la música rock en tu adolescencia?
Amo la música clásica, me gusta todo tipo de expresión musical. Como te dije, mi curiosidad siempre me llevó a conocer que más hay por ahí.
De pequeña iba a las ferias de caridad, donde uno podía comprar vinilos por 25 centavos. Muchas veces compré un disco sólo porque su portada me llamó la atención y de esa manera escuché varios estilos.
Para mí, la música clásica y la música pop no son muy diferentes. Siempre me parecieron una forma de expresión.
En algún momento de mi adolescencia me involucré en el movimiento punk, también asistí a conciertos de bandas hardcore, fui a miles de esos show, y luego llegó el momento de ir a la Universidad de Boston.
En Boston estaba la Berklee y cuando buscaban violinistas para grabar, ahí me ofrecía yo. Cuando un grupo folk buscaba un violinista, también aparecía. Probé un montón de estilos y aprendí mucho de ellos. Fue una etapa muy divertida de mi vida.
- A lo largo de tu carrera cantaste con Lou Reed, Rufus Wainwright, entre otros. Me parece que más allá de tu talento, sos una persona muy social, por juntarte con personas tan cool. Sos muy afortunada.
Si, me siento muy afortunada. Amo a las personas, y cuando amo a alguien, ellos me aman también (risas).
Estas colaboraciones son muy especiales, porque a los músicos les encanta compartir, pero hay veces que tienen miedo y yo soy de esas personas que dice: «hey, vamos a intentarlo!». Soy muy agradecida.
- Joan, te tengo que preguntar sobre Jeff Buckley, pero más allá de tu relación personal. ¿Qué tan importante sigue siendo su legado y su arte en vos?
(Momento de silencio) Bueno…yo escuchaba su música cuando él estaba vivo y sé que muchas personas lo descubrieron después de su muerte.
Pero, estar ahí con él cuando escribía esas canciones, ordenaba sus ideas…él era como yo, escuchábamos mucha música juntos y era muy curioso también. Siempre quiso estar al tanto de lo nuevo y de lo que no conocía musicalmente.
Nos divertimos mucho juntos y…luego seguí mi camino de esa misma manera.