Por Orlando Salerno.
Repasamos la presentación de la banda canadiense Arcade Fire, por primera vez en nuestro país, donde crearon una relación intrínseca con el público paraguayo.
El grupo liderado por Win Butler se presentó el pasado 20 de marzo, en el Parque Olímpico, que ese día recibió una gran variedad de propuestas sonoras que iban desde el rap de Trueno, pasando por el ska punk combativo de Deficiente, el groove británico de Jungle, el neo soul de Nafta y el punk rock de The Offspring, quienes desfilaron por los tres escenarios, antes de la llegada del art rock de Arcade Fire.
La agrupación ganadora del Grammy inició su eucaristía frente a un público paraguayo que se aglomeró en las vallas, para celebrar un encuentro de ensueño, pese al cansancio de los dos días de asistir a un festival con propuestas sumamente agotadoras y excitantes.
El tema elegido para dar inicio a esa misa fue “Neighborhood #1 (Tunnels)”, el sencillo principal de su tan aclamado disco debut, ‘The Funeral’, que hace 20 años se hizo notorio gracias a David Bowie, el fan número 1 y más famoso de Arcade Fire.
Se trata de una angustiosa canción que reúne versos catárticos y se entrelaza con melódicos puentes que alivian el dolor a través de un crescendo a cargo de la guitarra de Butler, para luego volverse hermosamente inquietante e hipnótico, mediante un coro gregoriano que fue entonado en medio de la incredulidad del momento y la posterior emoción de vivirlo tan cómodamente cerca.
Y para que el asombro continúe, siguieron con “Neighborhood #2 (Laika)”, un tema que no viene siendo parte de su repertorio desde hace 10 años y no apareció en su set sudamericano, para gran sorpresa de sus más acérrimos fans.
Luego, para cerrar aquella trilogía de canciones de ‘The Funeral’, siguieron con “Neighborhood #3 (Power Out)”, dando así un repaso de sus canciones esenciales, que sirvieron para recuperar los años perdidos frente al público paraguayo que los desconocía en vivo.
Pero ese fue el primero de varios actos de nobleza de su parte, porque después de “Rebelion (Lies)”; otra pieza muy celebrada, los Arcade pasaron a “Reflektor” y luego a “Afterlife”, que lo puso a Win Butler a cantar entre el público, tras bajarse del escenario por los costados y situarse por momentos frente al toldo de una cantina, hasta llegar a la valla que separaba los sectores de Campo y Campo VIP, rodeado por sus guardias de seguridad y un público mezclado entre enardecidos y/o confundidos por ese accionar tan inesperado del músico.
Esa fue la primera de otras ocurrencias que los Arcade Fire realizaron esa noche, porque los mismos se mostraron sumamente cómodos y confiados, con ese último sorbo de personas que sobrevivió al calor y al pogo, para tocar las estrellas con su música de forma tan íntima e interactiva.
Ni en mis mejores sueños, Régine ❤️ @arcadefire pic.twitter.com/OsCsWkgRNw
— Silvia (@Silporfavor) March 21, 2024
Una verdadera caja rítmica dentro de una banda compuesta de tres guitarras, dos baterías, un bajo distorsionado, instrumentos de cuerda, dos sintetizadores, una percusión, panderetas y dos voces que se complementan con la presencia de una figura clave dentro de esta particular agrupación, hablamos de Régine Chassagne.
La misma fue el objeto de atención de la noche, porque brilló con su voz en temas como “The Suburbs” y “Sprawl II”, que la interpretó también entre el público, por varios minutos y versos, cuyas imágenes se hicieron virales.
De esa forma, los gigantes Arcade Fire se hicieron pequeños para ingresar en el bolsillo y oídos de los paraguayos, en su primera visita, antes de concluir su set con su hit “Everything Now” y posteriormente despedirse con los coros victoriosos de “Wake Up”, para despertar de una colorida noche de ensueño con una banda verdaderamente hechicera.