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Philip S. Hoffman y Lester Bangs


Por Orlando Salerno.

Esta semana recordamos al fallecido actor ganador del Oscar, Philip Seymour Hoffman, en uno de sus papeles más breves, pero icónicos, como el crítico de rock Lester Bangs.

El domingo 2 de Febrero de 2014, el mundo lamentó la muerte a los 46 años, de uno de los actores más originales de las últimas décadas.

Philip era un actor de culto que participó en cintas de directores con visiones muy particulares a la hora de crear personajes poco convencionales, perturbadores y algunos hasta bien bizarros, siendo Hoffman una elección obligatoria debido a sus dotes camaleónicos y prácticas metódicas a la hora de encarar papeles secundarios muy recordados por los fanáticos del cine, frente a los lentes de cineastas como Paul Thomas Anderson o Los Hermanos Cohen y participando en decenas de films independientes, donde tenía mayor protagonismo y la misma intensidad, interpretando hombres volátiles, vulnerables y vacilantes.

En 2006 ganó el Oscar a «Mejor Actor» interpretando al creador del Periodismo Literario, el excéntrico Truman Capote; este galardón en esa categoría años atrás era impensado que caería en manos de actores como él, quien siempre se destacó, y con creces, en roles secundarios. Y uno de esos papeles no protagónicos que mejor son recordados por los amantes de la música es el que llevó a cabo en la película «Almost Famous» (2000), un film semi biográfico de su director, Cameron Crowe, un hombre ligado a la música desde muy joven, cuando era columnista de la revista Rolling Stone y quien es retratado por el actor Patrick Fugit, en el personaje de William Miller, cuyo mentor y único amigo, era Lester Bangs.

Lester Bangs era un famoso periodista de rock californiano, uno de los más duros del género, bastante despiadado y hasta misántropo para muchos, debido a su visión radical acerca de la decadencia del Rock N’ Roll a principios de los 70, cuando la industria musical, mediante sus sellos multinacionales, daban luz a sus primeros llamados «Rock Stars», cuyo estilo de vida se basaba en excesos de alcohol, drogas, contar con muchas mujeres, hacer giras por estadios y ganar tanto dinero, que se creían genios y se olvidaban de lo más importante: La Música. Esto para Bangs, «era la crónica de una muerte anunciada» para dicho estilo musical, que una vez había representado una actitud rebelde ante el orden establecido, con un mensaje claro y con músicos que sonaban como poetas, a diferencia de las «bandas pretenciosas» que dominaron después de los setentas, tanto desde Inglaterra como en EE.UU, antes del fenómeno «Punk», que sería la respuesta directa a ese rock comercial.

Bangs había iniciado su carrera mandando una crítica a la Rolling Stone, sobre el álbum «Kick Out The Jams» de los MC5, lanzado en 1969 y que más tarde serviría de influencia para futuras bandas como Ramones y The Clash. La canción homónima a ese disco, en su arranque vocal ya rompe todas las barreras de lo permitido con un fuerte «Kick out the jams motherfuckers!» y la reseña cuenta con una gran madurez auditiva, ya que Lester destaca el parecido sonoro y sucio, con bandas como Blue Cheer y los compases de esa canción, con el clásico «Money» de Barrett Strong (que en su momento fue versionado por los Beatles).

Pero lo que si destaca Bangs es la energía del grupo (MC5), considerados como «Los Panteras Blancas» en esa época y comparó la forma de tocar la guitarra de Wayne Kramer, con la forma en que John Coltrane tocaba el saxo. Años más tarde sería despedido de dicha revista por una reseña negativa y sumamente punzante sobre un disco de Cannet Heat, por lo que se mudó a Detroit y fue editor de la revista Cream, donde duerme su legado literario, siempre lapidario y poco amigable, excepto con personalidades como Lou Reed, a quien respetó siempre.

Lester Bangs con Patty Smith y Lou Reed

Y no solo con el ex vocalista de Velvet Underground, sino con otros músicos como Joey Ramone, con quien formó una banda llamada «Birdland» y quien luego lo mencionaría en la canción «Its Not My Place» de los Ramones:

«Hangin’ out with Lester Bangs you all

And Phil Spector really has it all

Uncle Floyd shows on the T.V.

Jack Nicholson, Clint Eastwood, 10cc».

Lester Bangs falleció en Nueva York, el 30 de abril de 1982 a causa de una sobredosis de Valium, a los 33 años de edad, dejando una legión de lectores que seguían sus publicaciones, entre ellos, muchos aficionados al periodismo musical, que vieron en él un estilo único, apasionado y brutalmente honesto.

Philip Seymour Hoffman como Lester Bangs: «La consolidación de los No-Cool, como verdaderos artistas».

Una vez conocida la noticia de la muerte del actor en su departamento en el Greenwich Village, el crítico musical Steven Heyden dijo desde su cuenta de Twitter: «No hace falta decir que generaciones de críticos de rock visualizamos mentalmente a Philip S. Hoffman como Lester Bangs».

De esta manera se lo recuerda a menudo al actor y al crítico de rock, cuyas almas fueron inmortalizadas entre sí.

Esto debido a que vemos a Bangs a través de Hoffman, quien se puso en su piel para la película Almost Famous, que hace un digno homenaje y crítica al ostentoso rock de la primera mitad de los setenta.

El mismo no cuenta con muchas escenas, pero es uno de los personajes centrales en la vida del joven William Miller, quien conoce a su ídolo de la profesión y anota sus consejos sobre la difícil labor de lidiar con «rock stars» y los peligros del mismo, ya sea por excesos de drogas o por la amistad que uno puede contraer durante la gira y como eso puede afectar su trabajo, a la hora de escribir una crónica dolorosamente honesta, ya sea para bien o para mal.

Los consejos de Bangs eran claros, era como entrenar psicológicamente a un soldado que va a la guerra, algunos de ellos eran:

– «No ganarás mucho dinero, pero te regalarán muchos discos por parte de la compañía discográfica».

– «No puedes hacerte amigo de las estrellas de rock, solo quieren usarte para tus historias, que digas que son unos genios y van a arruinar el Rock N’ Roll y estrangular todo lo que amamos de él».

– Y la más recordada: «Deber hacerte de una reputación siendo honesto y despiadado».

También le platica sobre el peligro que corre el Rock & Roll en sí, tras la Guerra de Vietnam y la aparición de los contratos millonarios con sellos discográficos, quienes planifican apretadas agendas de conciertos, con pocos días de descanso y ganando mucho dinero para sus bolsillos, mediante músicos que subieron a un escenario por un sueño, que terminaba siendo una pesadilla.

Por ejemplo, cuando a la banda ficticia del largometraje llamada Stillwater le envían un nuevo manager por orden de la disquera, éste interpretado por el actor Jimmy Fallon, les dice que viajando en avión se hacen más shows, más dinero y que «Mick Jagger no durará mucho tiempo», por lo que deben aprovechar el momento, para hacerse millonarios, ahora. Es ahí cuando aparece la voz de Bangs, en la conciencia de William que le dice: «Van matar el rock and roll y estrangular todo lo que amamos de él».

Otra escena muy recordada es cuando el cantante de «Stillwater», interpretado por Billy Croudup, había consumido LSD y decide lanzarse desde un techo hasta llegar a una piscina gritando «Soy un Dios Dorado». Más tarde este recobra la conciencia y acuse al joven periodista de «tomar notas con sus ojos y hasta de ser un policía infiltrado» (El Enemigo), William Miller se dio cuenta de que en realidad, estaba siendo utilizado por su status de redactor de la Rolling Stone y que los músicos solo querían salir en la portada.

Entonces, se da una de las escenas más recordadas y emotivas del film, cuando William llama una madrugada a Lester, estando desecho y frustrado por haber creído ganarse la amistad de la banda que fue a cubrir y tras enamorarse de Penny Lane», una de las acompañantes del cantante, interpretada por una debutante actriz Kate Hudson.

Fue ahí que pudimos ver la humanización por parte de Philip Seymour Hoffman, de aquel amargado periodista que le puso la nota cínica al optimismo desmedido y al empuje adolescente de William Miller, sobre la realidad del negocio de la música y las luces de los escenarios, diciendo:

«No somos Cool y las mujeres siempre serán un problema para nosotros». Y su consejo era sacar provecho de esa «carencia», para hacer algo brillante, usando ese problema, ya que «la gente linda no trasciende y su arte nunca perdura».

Haciendo un paralelo entre ambas vidas, interpretadas y llevadas a cabo en vida, se llega a la conclusión de que los talentosos e innovadores en sus respectivas materias, como Lester Bangs y Philip Seymour Hoffman, siempre quedarán en la memoria de unos pocos, por su valentía, sabiduría y entrega en cada artículo o papel, esparciendo el alma que muchos galanes protagonistas hubieran deseado tener, por lo menos, en un pequeño porcentaje.

Lester Bangs (1948 – 1982)

Philip S. Hoffman (1967 – 2014)

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