London, un niño de siete años viajó solo por casi 1.000 kilómetros, entre Las Vegas (Nevada) y Portland (Oregon), enviado por su madre, Alexa Bjornson, quien se sentía preocupada por si se pusiera nervioso y no deje de hacer preguntas como: ¿Cuándo llegamos?», ya que padece de autismo.
Para solucionar esta situación, la madre decidió mandar a London al viaje con una nota donde explicaba la condición del pequeño para la persona a la que le tocase sentar junto a él:
“Mi hijo tiene autismo, por lo que, a lo mejor, se pone ansioso durante el vuelo –un recorrido de casi 1.000 kilómetros entre Las Vegas (Nevada) y Portland (Oregon)– y no parará de preguntar ‘¿Cuándo llegamos?’ Por favor, hágale el viaje lo más cómodo y seguro posible” escribió, además, agregó un billete de 10 dólares para pagar el favor.
Esta historia fue compartida por más de 300.000 veces a través del Facebook y, según explica la mujer, recibió una respuesta de uno de los pasajeros que iba en el mismo avión.
“Mi nombre es Ben Pedraza. He sido el compañero de Landon durante su viaje a Portland. Es cierto que ha preguntado muchas veces cuándo llegábamos, pero ha sido un compañero genial (…) Nos lo hemos pasado muy bien. Es un niño estupendo y eres una madre con mucha suerte”.
Y con los 10 dólares que había dejado para «pagar el favor», Ben, el hombre de la nota, dijo que no era necesario y que lo donaría a una asociación de autismo en honor a London.
«Estoy tan agradecida por esta persona… Esto es lo que marca la diferencia, la gente buena. Muchas gracias, Ben”, termina la mujer en su post, publicado el pasado 27 de junio.
